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miércoles, 26 de octubre de 2011

¡Pobre Partido Conservador!



Alberto Velásquez M. | Medellín |


Si el Polo se va quedando sin espacio para ejercer plenamente su papel de partido de oposición, en el conservatismo sí que se agota el tiempo para volver a ser cabeza de gobierno, dentro de las alternancias, propias de todo juego democrático.

La situación del Partido Conservador es lamentable. Está sumido en una guerra intestina animada por sus jerarquías. Estas se pasan cuentas de cobro sin cancelación alguna. Carece de propósitos nacionales para unificar las diversas corrientes de opinión que se mueven en su interior, para alcanzar metas que reivindiquen su actual postración electoral. El agravio es el factor común que lo disocia.

El expresidente Pastrana insulta a José Darío Salazar, cabeza de la dirección nacional azul. Lo sindica de "cambiar las banderas por sábanas de motel", aludiendo a los lupanares que este habría conseguido a través de la Dirección de Estupefacientes para su explotación por parientes cercanos. Considera el hijo del doctor Misael que la dirección del conservatismo está en manos ilegítimas y su estructura corrompida. Vaticina que "la corrupción lo llevará a una gran derrota". Presagia el desastre.

Salazar no se queda mudo. Acusa a Pastrana de no haber podido el conservatismo levantar las banderas azules por el desastre del Caguán. Lo sindica de haber conducido al partido en su cuatrienio al desastre.

En ese ambiente de pugnacidad se mueve una colectividad disminuida como el conservatismo. Es un partido peregrino. Vive a la caza de a quién pegarse para que le suministren aire burocrático. En Bogotá, su candidato a la alcaldía tuvo que retirarse por falta de clientela y dirección. Desde hace años su logo está ausente del tarjetón. En Medellín, no aparece candidato azul alguno, cuando desde aquí esa colectividad marcó pautas en los grandes procesos de definiciones nacionales. Tuvo que encaramarse en las diferentes opciones que plantean partidos ajenos a su ideología.

En las grandes capitales ocurre algo similar. Su ausencia como alternativa de gobiernos locales es un hecho. Ni un milagro podría salvarlo de la debacle que se prevé para el resto de ciudades importantes del país. Se quedó petrificado en su vocación rural. Es un partido de cosecha ajena, no de siembra propia.

La mala dirección que lleva el conservatismo desde hace buen tiempo ha contribuido a su anemia electoral. Hoy tan solo el 8% de los encuestados en toda la nación confiesan ser conservadores. Cifra irrisoria que lo condena a no tener por mucho tiempo en la galería de los presidentes, rostros salidos de su propia cosecha. Carece de claridad ideológica. Se conforma con actuar como protagonista de relleno en el escenario de la emulación electoral. No se contenta con adquirir el billete entero sino en comprar fracciones. En vez de vivir a plenitud la democracia, prefiere vegetar por cuotas.

El conservatismo está contento con los puestos que le dio Santos en el gabinete. Satisfecho con las precarias coaliciones que ha hecho para estas elecciones, con el fin de obtener alguna burocracia al detal. Carece de ganas, de tesis, de hombres para volverse a constituir en alternativa real de poder.

Hace 54 años, el general Rojas Pinilla -sacado a empellones por el Frente Civil, movimiento que afortunadamente frustró su reelección presidencial- en el momento en que se despedía de sus subalternos, abrazado a su amigo el periodista Alberto Acosta, le confesaba, con melancolía inocultable, que lo que sentía con más dolor en esos momentos, era la suerte del conservatismo. ¡Pobre Partido Conservador! habría dicho el dictador, despojado de sus charreteras. Con el tiempo sus palabras resultaron proféticas. Hoy consagran sus palabras, los pugilatos entre sus "jefes" y la ausencia de sus candidatos en las mejores alcaldías del país. 

domingo, 16 de octubre de 2011

El médico Hernán Gaviria Quintero el mejor alcalde para Fredonia





Hernán Gaviria Quintero 
Candidato por el Polo Democrático de Fredonia 

Quince días faltan para la elecciones y nuestra decisión de a quién debemos elegir como alcalde de Fredonia ya está tomada. Entre todos los candidatos hemos seleccionado al médico Hernán Gaviria Quintero como l mejor opción para el regir los destinos de este importante municipio en el próximo cuatrienio. 

¿Pero quién es Hernán Gaviria Quintero? Con gusto presentamos el perfil de este ilustre candidato: 

Es Médico de la Universidad de Antioquia, Especialista en Salud Pública y en Gerencia de Servicios de Salud, Docente áreas de Postgrados en UNAULA (Especialización en Seguridad Social) y UCC- Quibdó(Especialización en Gerencia de la Seguridad Social y Proyectos en Salud) 

Teniendo en cuenta su trayectoria académica y profesional, El Doctor Gaviria Quintero, ha presentado varias interesantes propuestas, que  distan mucho de parecerse a las consabidas promesas electorales de las que ya estamos cansados. Estas propuestas las ha denominado: Líneas. Transcribimos fielmente una de ellas para que los electores se den cuenta de su bien estructurada fundamentación. 

Para todos aquellos que quieran acompañar a nuestro candidato a la Alcaldía de Fredonia, suministramos las siguientes direcciones: 

Información de contacto

Dirección de correo electrónico
  • hernan.gaviria@ibser.org
  • hgaviriaq@gmail.com
  • hernangaviriaquintero@yahoo.es

                                  hernanalcaldiafredonia@gmail.com
Teléfono:



SEPTIMA LÍNEA 

FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL Y BUEN GOBIERNO 

Quizás uno de los elementos críticos del ejercicio democrático de la lucha por el poder, es el sometimiento al escrutinio público de la gestión de un gobernante, del señalamiento de eventuales desviaciones y  las propuestas de reorientación de una administración. La credibilidad, la transparencia y la rendición de cuentas, son imperativos para preservar la institucionalidad.

La Agenda Ciudadana, puesta a consideración por la Constituyente Municipal de Fredonia, como reflejo de los procesos deliberatorios de las organizaciones sociales, anotó

Fortalecer la capacidad institucional y operativa del Ejecutivo con el propósito de atender oportunamente y con calidad las demandas ciudadanas, para ser eficaz y eficiente en la gestión pública  estatal, propiciando la cultura de la rendición de cuentas y el acceso a la información pública, que permita informar y comunicar a la sociedad de las obras y acciones que realiza la administración municipal, para lograr la confianza ciudadana en las instituciones y organizaciones.

Quizás uno de los elementos críticos del ejercicio democrático de la lucha por el poder, es el sometimiento al escrutinio público de la gestión de un gobernante, del señalamiento de eventuales desviaciones y  de propuestas de reorientación de una administración, como una de las principales acciones de legitimización del Estado.

La Gobernabilidad, componente básico de la legitimidad, se refiere al establecimiento de reglas claras de juego relacionadas con la transparencia, la equidad y la manera como se toman las decisiones de interés público. Las prácticas corruptas, clientelistas, demagógicas y  politiqueras, hacen hoy parte del insistente reclamo de las organizaciones sociales, que han exigido a los partidos y movimientos políticos borrarlas de sus prácticas electorales y agitacionales y con mayor énfasis a quienes corresponda, producto de la propuestas ganadoras, ejercer el mandato gubernamental.

La ineficiencia e ineficacia en los procedimientos de los funcionarios de cualquier nivel, la poca calidad en la atención al ciudadano, los deficientes controles de los mecanismos de control interno, la poca o nula evaluación de cuentas o la poca capacidad de control ciudadano de la gestión pública, deben ser objeto permanente de debate público y de constante medición, como única forma de lograr un ambiente de aceptación general hacia lo público y de una constante preocupación por todas las autoridades y gobernantes.

Las encuestas de percepción ciudadana y la facilitación de construcción de indicadores de transparencia, son formas de validar la gobernabilidad. Las veedurías ciudadanas deberían diseñar, no solo los mecanismos de control, sino los instrumentos de medición.

Compartimos la inquietud planteada en La Agenda Ciudadana de  la Constituyente Municipal de Fredonia, como reflejo de los procesos deliberatorios de las organizaciones sociales,

Fortalecer la capacidad institucional y operativa del Ejecutivo con el propósito de atender oportunamente y con calidad las demandas ciudadanas, para ser eficaz y eficiente en la gestión pública  estatal, propiciando la cultura de la rendición de cuentas y el acceso a la información pública, que permita informar y comunicar a la sociedad de las obras y acciones que realiza la administración municipal, para lograr la confianza ciudadana en las instituciones y organizaciones 

DIAGNÓSTICO 

Se percibe una deslegitimación del Estado a nivel del gobierno municipal, por sus prácticas politiqueras y corruptas, por procesos de participación  individualistas y clientelistas, por ausencia de cultura ciudadana, que generan desconfianza en lo público.

LA PROPUESTA 

7.1.1.   Fortalecer la gestión pública a través de un riguroso Sistema Municipal de Planeación y un Sistema Municipal de Promoción al Control Social,  que incluya programas de formación ciudadana para el desarrollo local y construcción de lo público, promoción y apoyo a la organización ciudadana para la vigilancia de lo público.
7.1.2.   Fortalecer la Planeación y Presupuestos Participativos.
7.1.3.   Comunicación permanente por todos los medios, de la orientación, ejecución, logros y resultados de la Gestión Pública.
7.1.4.   Fortalecer la transparencia y desarrollo institucional, que implica el fortalecimiento de la capacidad administrativa, el control social, la promoción de una administración cercana a la comunidad, y la imposición a todos los funcionarios la cultura y el desarrollo organizacional.
7.1.5.   Establecer una pedagogía de comunicación pública y de cercanía con la comunidad.

En la construcción del Plan de Desarrollo, incorporaremos las propuestas de Agenda Ciudadana de la Constituyente,

. Que la administración municipal tenga capacidad para administrar de manera eficiente y con máximatransparencia los asuntos públicos.
. Que cada una de las secretarías y oficinas de la administración sea atendida por funcionarios profesionales y  técnicos idóneos, los cuales han sido seleccionados por sus propios méritos (meritocracia).
. Cumplimiento de los programas pactados en el plan de gobierno y en el Plan de Desarrollo Municipal
. Gobernar con fundamentos éticos basados en: Honestidad,  respeto para la comunidad, transparencia en el manejo de los recursos públicos, equidad en  la  prestación de servicios  y  la asignación de recursos